Un complejo esfuerzo de integración en Sudamérica: Multilateralización de Preferencias Arancelarias

Lima, 9 oct. 98. La multilateralización de las preferencias arancelarias concertadas bilateralmente, años atrás, entre los países de la Comunidad Andina y los del Mercosur representa, sin duda, uno de los esfuerzos más complejos de integración que actualmente se viene desplegando en Sudamérica.

Este esfuerzo implica que las concesiones arancelarias bilaterales  otorgadas por medio de los acuerdos o convenios de alcance parcial (AAP)en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) se extiendan a los restantes socios del grupo subregional.

Por ejemplo, una preferencia que, de acuerdo al AAP No.11, recibe Colombia de Argentina tendría que extenderse en beneficio de sus socios: Perú, Venezuela y Ecuador. Y a su vez las que recibe Argentina de Colombia tendría que ampliarse a Paraguay, Uruguay y Brasil.

Pero, el asunto no resulta automático ni fácil como parece. Así lo comprendieron los países de la Comunidad Andina y del Mercosur y es por eso que en el Acuerdo Marco para la formación de una Zona de Libre Comercio, suscrito 16 de abril último en Buenos Aires, establecieron dos etapas en el proceso de negociación: En la primera se negociaría un Acuerdo de Preferencias y en la segunda, el Acuerdo de Libre Comercio propiamente dicho.

Acuerdo de Preferencias

El Acuerdo de Preferencias Arancelarias es el primer paso en el proceso de formación de la zona de libre comercio que se pondrá en marcha el 1 de enero del 2000. Este Acuerdo establecerá márgenes de preferencia fijos e incorporará disciplinas vigentes en el marco de la ALADI, así como nuevos productos de interés de ambos bloques.

Su negociación está en marcha y se efectúa sobre la base de los Acuerdos de Alcance Parcial (AAPs) existentes entre los países del Mercosur, que actualmente suman 16.

Conocidos por los negociadores con el nombre de “Patrimonio Histórico”, los AAPs constituyen uno de los mecanismos del sistema de preferencias económicas establecido por el Tratado de Montevideo 1980, constitutivo de la ALADI. Los mencionados Acuerdos pueden ser de diferentes tipos: de Complementación Económica (ACEs), de Promoción de Comercio, Agropecuarios, a los que se han sumado en los últimos años los de “nueva generación”, que abarcan el universo de bienes con algunas excepciones e incluyen, en la mayoría de los casos de los casos, programas de desgravación automática.

Los acuerdos suscritos por los países de la Comunidad Andina y el Mercosur son básicamente acuerdos comerciales y de complementación económica, que se caracterizan, entre otras cosas por no abarcar el universo arancelario y basarse en una reducción arancelaria fija.

Según el Tratado de Montevideo de 1980i, los Acuerdos de Alcance Parcial buscan “propender a crear condiciones necesarias para profundizar el proceso de integración regional mediante su progresiva multilateralización”.

Los AAPs que constituyen el Patrimonio Histórico vigente son:

                     Argentina        Brasil                    Paraguay           Uruguay
Colombia      ACE No. 11     AAP.R. No. 10     AAP.R. No.18    AAP.R. No.23
Ecuador       ACE No. 21     AAP.R. No. 11     ACE No. 30         ACE No. 28
Perú             ACE No. 9       ACE No.25           AAP.R. No. 20    AAP.R. No. 33
Venezuela   ACE No. 20     ACE No. 27          AAP.R. No. 21    AAP.R. No. 25

En los últimos años, el flujo comercial entre la Comunidad Andina y el Mercosur, generado al amparo de los acuerdos bilaterales, ha mostrado un crecimiento sostenido.

Así, las exportaciones de los países de la Comunidad Andina hacia el Mercosur aumentaron de 875 millones de dólares en 1990 a 1979 millones de dólares en 1997. Las importaciones crecieron igualmente de 1542 en el 90 a los 3 258 en el 97.

Es importante también la diversificación de las exportaciones andinas hacia el Mercosur en el mismo período. El número de subpartidas Nandina exportados, que en 1990 sumaron 693, siete años después totalizaron 1809.

La necesidad de que se preserve el patrimonio histórico, que los países andinos han recalcado durante las negociaciones, tiene por lo tanto su plena justificación.

En la mesa de negociaciones

Desde el 1 de junio de 1998, en que se iniciaron las negociaciones del Acuerdo de Preferencias, se han llevado adelante cuatro reuniones entre los representantes de los dos bloques y la próxima está prevista para el 21 del presente mes.

En el curso de las negociaciones han surgido interrogantes ¿Es conveniente multilateralizar todas las preferencias? ¿Cuáles son las sensibilidades que requieren un tratamiento especial? ¿Resultaría perjudicial mantener bilateralidades para ciertos casos? ¿Por qué mantener las asimetrías de las AAPs? ¿Es conveniente bajar los márgenes de las preferencias? ¿Hasta qué punto resulta beneficioso preservar el patrimonio histórico? ¿Cuáles son los límites de la reciprocidad?

Si bien las posiciones de las dos partes están aún lejanas una de la otra, existe la seguridad de que es posible encontrar una salida.Tema: Arancel

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