Intervención del Secretario General de la Comunidad Andina, embajador Sebastián Alegrett

XII Consejo Presidencial Andino

Lima, 9 de junio de 2000

Excelentísimos Señores Presidentes:

Hace tres días en Caracas, como digno preámbulo de este XII Consejo Presidencial, un hermoso acto organizado durante la celebración de los 30 años de la Corporación Andina de Fomento, me proporcionó una inolvidable lección de integración: Se trataba del primer concierto de una Orquesta Sinfónica Juvenil Andina, conformada por 160 jóvenes ejecutantes provenientes de nuestras cinco naciones. Esta magnífica presentación fue para mí un claro ejemplo de lo que podemos hacer juntos.

Orquesta es interdependencia solidaria, equipo unificado en torno a una meta trascendente. En ella se dan, de manera simultánea y coherente, el diálogo y la complementariedad. No he encontrado nunca un mejor modelo de lo que debe ser nuestra integración. Así deberíamos operar los países, órganos e instituciones del Sistema Andino de Integración en la tarea de unir nuestras economías y nuestras sociedades.

Hace un año, cuando se reunió el Consejo Presidencial Andino, celebrábamos también el XXX Aniversario de la firma del Acuerdo de Cartagena en medio de dos crisis que repercutieron negativamente en nuestras economías: la provocada por los desastrosos efectos de los fenómenos naturales y las consecuencias de la turbulencia financiera internacional. Debido a esos dos factores nuestro intercambio comercial se vio severamente afectado. Sin embargo, nuestros países no cayeron en la tentación de retroceder el camino andado. Por el contrario hicieron de esas circunstancias una gran oportunidad para afirmar la voluntad de profundizar nuestra integración cuando ustedes, Señores Presidentes, se fijaron la meta ambiciosa, pero realizable, de lograr un Mercado Común Andino para el año 2005.

El tiempo les está dando razón. Con optimismo comprobamos que en el primer trimestre de este año nuestro comercio ha crecido en un 30 por ciento, lo que de mantenerse en los próximos meses permitiría recuperar los niveles previos a las crisis que mencioné.

Nuestra fe en el Mercado Común Andino se fundamenta en que éste abre claras oportunidades para el crecimiento y el desarrollo de nuestras economías. Su aprovechamiento repercute directamente sobre el crecimiento de la producción y del empleo. Es conocido el hecho de que el comercio intra-andino, constituido principalmente por manufacturas, es más dinámico y tiene una capacidad de generar ingresos y empleos proporcionalmente mucho mayores que los de las actividades primario – exportadoras. Por eso la integración termina siendo una respuesta válida, para enfrentar el reto social en nuestros países y las exigencias de transformación de sus aparatos productivos.

Es a través de la generación de empleo como podemos avanzar sostenidamente en la superación de la pobreza que sufren amplias mayorías de la población andina; en el alivio de la conflictividad social derivada de la exclusión, y en afianzar la gobernabilidad democrática de nuestros países.

En el proceso de encaminarnos hacia el Mercado Común resulta urgente concluir el perfeccionamiento de nuestra Zona de Libre Comercio mediante la resolución de los temas aún pendientes, a fin de asegurar el pleno acceso de nuestros productos a nuestros propios mercados. Para ello se requiere simplificar al máximo los trámites aduaneros y el paso por las fronteras; eliminar todo tipo de salvaguardia al comercio; y facilitar la expansión del comercio agrícola, mediante la aplicación de normas y procedimientos transparentes de control sanitario y la adopción de la Política Agrícola Común .

Logrado esto, habremos establecido la secuencia necesaria para avanzar aceleradamente en la construcción del Mercado Común Andino.

Este año que ha pasado Señores Presidentes, ha tenido tambiénotros hitos que quisiera destacar. Me refiero, en particular, a la actividad desplegada por el Consejo Asesor de Ministros de Hacienda o Finanzas, presidentes de Bancos Centrales y responsables de la planeación económica, con miras a facilitar la coordinación y convergencia macroeconómica entre los países de la región, como escucharemos del informe que presentará a continuación su Presidente, el Ministro de Economía y Finanzas del Perú, doctor Efraín Goldemberg.

No menos importante ha sido la proyección de nuestra imagen como grupo en los foros internacionales. Además de haber fortalecido nuestra participación en el proceso del ALCA a través de la vocería única, hemos terminado las negociaciones de preferencias comerciales con el Brasil y la Argentina y, en el curso del presente mes se iniciarán con el Paraguay y el Uruguay, a fin de concluir la primera etapa acordada con el Mercosur para luego definir la zona de libre comercio que deberá entrar en funcionamiento a mediados del próximo año.

Igualmente, de la mayor significación, ha resultado para la Comunidad Andina el entendimiento alcanzado con la Unión Europea para realizar el estudio que sirva de base para entablar las negociaciones para un Acuerdo de Asociación con Europa, el cual implicaría una cooperación y un diálogo político reforzados y el establecimiento de una Zona de Libre Comercio.

A partir del Mandato que ustedes Señores Presidentes, dieron en Cartagena para la ejecución de una política de desarrollo e integración fronteriza, los gobiernos andinos y la Secretaría General han iniciado trabajos en esta área que ofrecen perspectivas por demás ricas para la integración. Se trata de hacer tangible nuestro proceso a vastos sectores de la población que se ubican en regiones que, en el caso andino, suelen ser de menor desarrollo relativo, si no deprimidas. Se ha propuesto el establecimiento de zonas de integración fronteriza y de centros binacionales de atención en las fronteras, así como el establecimiento en la Secretaría General de un banco de proyectos de integración fronteriza, con el apoyo del BID y de la CAF, para el desarrollo de nuestras fronteras comunes y el beneficio de sus pobladores.

Este ha sido, como se ve, un año difícil pero al mismo tiempopromisorio. Con este espíritu tenemos que enfrentar las inmensas tareas y desafíos por delante. El primero y más importante, es la construcción del Mercado Común. En ese sentido, es necesario tener claramente establecido un programa de acciones que nos comprometa y ofrezca claras señales sobre la dirección que se ha impuesto la Comunidad Andina.

La Agenda Social continúa siendo una asignatura pendiente en el proceso de integración. Si bien es cierto que ha habido avances en las áreas laborales y de la salud, aún queda mucho que hacer. En otros temas, como el desarrollo de una conciencia y una cultura de la integración que haga de ésta parte del quehacer cotidiano de nuestros pueblos, los avances son aún muy incipientes. En este orden de ideas, debo reiterar una vez más el déficit de participación ciudadana que tiene el proceso de integración y la necesidad de encontrar los mecanismos para solventarlo.

Señores Presidentes como quiera que el proceso de integración andino está concebido como un proyecto de vocación latinoamericana, resulta de la mayor importancia asumir a plenitud las iniciativas que se están planteando en este momento. Me refiero concretamente a la del Presidente del Brasil que ha convocado a una Cumbre Sudamericana para el presente año, de la cual deberían surgir acuerdos para hacer de la América del Sur un espacio de cooperación política y de integración económica. La iniciativa del Presidente Cardoso es probablemente uno de los desafíos más interesantes que le plantean hoy a los países andinos. Ella tiene que ver con el papel de armonía y equilibrio que le corresponderá desempeñar a la Comunidad Andina en la construcción de ese espacio sudamericano y, a partir de allí, en el contexto de las relaciones latinoamericanas y hemisféricas. Pienso que la madurez de la Comunidad Andina y los avances en la definición de su política exterior común, permitirán que su participación tenga perfil propio y sea, al mismo tiempo constructiva y eficaz.

Señores Presidentes: Por iniciativa de nuestro anfitrión, el Presidente Alberto Fujimori, este encuentro cimero fue concebido como un paréntesis para la reflexión entre los Jefes de Estado. Nada más oportuno que hacer un alto en el camino para reafirmar nuestro compromiso con la historia que es el de construir juntos nuestro futuro.

Muchas gracias,