Lima, 7 nov. 98. El Secretario General de la Comunidad Andina, Sebastián Alegrett, dijo hoy que la reunión ministerial entre la CAN y el Mercosur “demostró ser necesaria al desbloquear lo que amenazaba convertirse en un diálogo de sordos”.

Al comentar los resultados de la reunión que concluyó ayer en Montevideo con la aprobación de un conjunto de directrices para los negociadores de ambos grupos, Alegrett destacó “la flexibilización en las posiciones de parte y parte, hecho indispensable para avanzar en este proceso”.

“Los resultados de esta reunión, a nivel político, justifican plenamente el haber suspendido las negociaciones de tipo técnico y demuestran que era necesario contar con criterios generales para reorientar este complejo proceso”, aclaró.

Los ministros convinieron reanudar las negociaciones a nivel técnico el 19 y 20 noviembre en Montevideo y se aspira a acelerar las negociaciones para que esta primera etapa, centrada en el Acuerdo de Preferencias Arancelarias, concluya antes de fin de año. Sin embargo, el plazo máximo se extiende hasta marzo de 1999.

En caso de acelerarse las negociaciones, la segunda etapa encaminada a la formación de una zona de libre comercio podría iniciarse en enero de 1999

Alegrett destacó “la clara reafirmación de voluntad política de los ministros de la CAN y el Mercosur al reiterar que el Acuerdo de Libre Comercio entrará definitivamente en vigencia el 1 de enero del año 2000.”

El Secretario General de la CAN explicó que las nuevas directrices presentan la ventaja de circunscribir las negociaciones a ” un número más manejable de productos de mayor interés para los países”. Los restantes productos serán encauzados a través de los criterios generales acordados.

Con la aplicación de estos criterios se preserva el patrimonio histórico vigente , hecho que hasta ahora no había sido explicitado, contribuyendo así a sostener las corrientes de comercio generadas entre los nueve países .

Dado que las negociaciones se producen en bloque, uno de los temas más complejos es el referente a la multilateralización de las preferencias, es decir que las preferencias recibidas por un país se extienden a los demás.” Esta complejidad se ha solucionado contemplando un tratamiento especial para los productos sensibles”, señaló Alegrett.

Otro avance significativo es el compromiso de no aplicar medidas para-arancelarias, que impidan o dificulten el acceso de los productos al mercado ampliado, y el compromiso de que las reciprocidades no deben constituirse en requisito para mantener el patrimonio histórico.

Los ministros acordaron incluir un tratamiento especial para las autopartes, manteniendo las preferencias actuales.

En el caso de los países de menor desarrollo relativo – Ecuador y Paraguay- se aceptó que existan listas especiales para determinados productos de su interés, con preferencias superiores a la de sus socios.

Finalmente, Alegrett expresó su satisfacción por “los esfuerzos de aproximación realizados por las partes” y ratificó su confianza en el éxito del proceso negociador.

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