Lima, 6 de marzo 2003. El Secretario General de la Comunidad Andina, Guillermo Fernández de Soto, destacó los beneficios económicos, sociales y ambientales que se derivarán de la integración eléctrica andina, iniciada el 1 de marzo con la puesta en operación de la interconexión entre Ecuador y Colombia.

Tras expresar su satisfacción por “este primer paso en el proceso de integración eléctrica de los cinco países andinos”, destacó que este es el resultado de la Decisión 536, aprobada el 19 de diciembre último por los Ministros de Energía de la CAN, con el fin de facilitar las interconexiones y los intercambios de electricidad entre los países de la subregión.

Esta norma comunitaria establece las reglas fundamentales para la interconexión y el intercambio intracomunitario de electricidad. Señala, por ejemplo que, “los países miembros no mantendrán discriminaciones de precios entre sus mercados nacionales y los mercados externos” y “garantizarán el libre acceso a las líneas de interconexión internacional”, refirió.

Fernández de Soto señaló como “directos beneficiarios de la integración eléctrica a los habitantes de la subregión”, para quienes, de esa manera, “se garantiza un suministro eléctrico, sin cortes ni interrupciones, y se abre la posibilidad de una reducción de los costos de operación de los sistemas”.

“Tenemos conocimiento, por los estudios del sector eléctrico de Colombia y de Ecuador, que los beneficios económicos que podría traer la interconexión a ambos países en los próximos años sería del orden de los 180 millones de dólares”, refirió.

Manifestó que hay otros beneficios como la posibilidad de comercializar grandes volúmenes de energía con tarifas más económicas, la racionalización de recursos y mejor aprovechamiento de las grandes reservas hidrológicas para afrontar emergencias ante las sequías, entre otros.