Notas de Prensa

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Presidenta Bachelet: “Chile vuelve de donde nunca debió haberse ido”

Tarija, Bolivia, 14 de junio de 2007

Durante su intervención ante el XVII Consejo Presidencial Andino en Bolivia, la Mandataria relevó que dicha reunión se realice para acoger a Chile como miembro Asociado de la Comunidad Andina, y destacó que ello significa “el reencuentro de mi país con uno de los procesos de integración más importantes de América Latina”. En la oportunidad, la Jefa de Estado sostuvo reuniones en forma bilateral con los presidentes de Bolivia, Evo Morales y de Perú, Alan García, acompañados por los respectivos cancilleres.

Ante los presidentes de los cuatro países miembros plenos del pacto, explicó que el sello de su gobierno es “la virtuosa combinación de progreso y justicia social” y valoró la reducción de la pobreza en 5 puntos en tres años, registrada en el país, hecho que calificó como un “avance histórico”, pero, aclaró “eso no quiere decir que estemos satisfechos”.

La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, resaltó hoy el retorno de Chile a la Comunidad Andina (CAN), como miembro asociado, durante su participación en la XVII Reunión del Consejo Presidencial Andino, que se realizó en la ciudad de Tarija, Bolivia, y que contó con la presencia de los cuatro Mandatarios miembros plenos del pacto: Álvaro Uribe (Colombia); Rafael Correa (Ecuador); Evo Morales (Bolivia), y Alan García (Perú).

En la oportunidad, la Jefa de Estado señaló que para nuestro país “ésta no es una cumbre presidencial más, es una reunión de gran trascendencia. El Consejo Presidencial Andino se ha reunido para acoger a Chile como miembro asociado de la Comunidad Andina; es decir, Chile vuelve de donde nunca debió haberse ido”, enfatizó.

La visita responde a la invitación del Presidente de Bolivia, Evo Morales, tras la incorporación de Chile a la CAN, en septiembre de 2006 y se registra a pocos días de la aprobación de la Decisión Nº 666 de este grupo regional, que establece la participación de nuestro país en los órganos y mecanismos de la comunidad, determinando, además, la normativa que se aplicará para tales efectos.

En ese sentido, la Mandataria precisó que la incorporación de Chile a la CAN tiene una doble importancia: “significa el reencuentro de mi país con uno de los procesos de integración más importante de América Latina (…), y por otro lado, es en sí mismo, un instrumento que permite acercar a nuestros países y a nuestros pueblos. Con orgullo lo decimos: Chile es un país andino”, y añadió que nuestro país espera que el paso que se concreta hoy “fortalezca aún más los profundos lazos de hermandad de nuestro pueblo con el resto de los pueblos andinos”.

Explicó que durante mucho tiempo los líderes de los países de la región han hablado de integración y que siempre existe el deseo de que ir más rápido. “Creo que la inspiración continúa siendo un anhelo latinoamericano compartido, pero también continúa siendo una tarea no fácil. Más allá de tener una historia de luchas compartidas y de nuestra común identidad cultural, la integración también descansa en proyectos nacionales genuinamente convergentes”, manifestó.

En la oportunidad, se realizó el lanzamiento de las negociaciones del Acuerdo de Asociación entre la Comunidad Andina y la Unión Europea y la ceremonia de traspaso de la Secretaría Pro-Témpore de la CAN, de Bolivia a Colombia. Asimismo, la Jefa de Estado sostuvo reuniones en forma bilateral con los presidentes Evo Morales y Alan García, acompañados de los respectivos cancilleres, previo a la fotografía oficial del encuentro regional.

Intervención ante el Consejo Presidencial Andino

Durante su intervención en el consejo, la Mandataria remarcó que todos comprenden y comparten la idea de que una región unida estará en mejores condiciones para resolver sus problemas de pobreza y desarrollo, pero enfatizó que para un “comercio justo en las condiciones del mundo actual es fundamental tener una voz unida y más fuerte ante el mundo. Especialmente en esta era donde los problemas globales demandan acciones de todos”, dijo.

Más tarde, explicó que la historia latinoamericana habla de lo difícil que ha sido llevar adelante procesos de integración fuertes y estables y señaló que “hoy, cuando la democracia esta sentada en la región, cuando nuestras economías se abren y se interrelacionan entre sí, vemos que existe una nueva oportunidad para una mayor integración, además de que existe algo fundamental, que es la voluntad política”.

Añadió que “hemos tenido dificultades, es cierto, pero creo que el balance final no sólo es exitoso, sino también profundamente esperanzador”.

Al respecto, valoró el relanzamiento y fortalecimiento de la CAN, el MERCOSUR, el desarrollo del Grupo de Río, de la Comunidad Sudamericana de Naciones, UNASUR, así como de la multiplicación y acuerdos en el marco del Tratado de Montevideo.

La Presidenta Bachelet precisó que en los últimos años, “la interdependencia intra-regional se ha multiplicado como nunca antes en la historia latinoamericana y sudamericana, y como nunca una inédita concertación política entre los gobiernos democráticamente elegidos”.

En ese sentido, relevó que sólo en el caso de la relación de la CAN y Chile, mientras nuestro país no fue miembro asociado de la CAN, se firmaron Acuerdos de Complementación Económica -en el marco de la ALADI- con Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Señaló que en el caso de Colombia y Perú, los acuerdos “serán reemplazados por dos nuevos tratados de libre comercio ya negociados, mientras que con Ecuador aspiramos a ampliar el existente hacia un acuerdo de asociación”.

Del mismo modo, la Jefa de Estado indicó que en el año 2006, el intercambio comercial entre Chile y la CAN alcanzó los 4 mil 592 millones de dólares, un 35 por ciento más que el año 2005, y subrayó que este año los datos disponibles son aún más alentadores.

En cuanto a la inversión directa de nuestro país en los países de la comunidad andina, sostuvo que ésta supera los 10 mil millones de dólares y se concentra principalmente en Perú y Colombia.

La Mandataria apuntó que se ha avanzado desde el punto de vista comercial, pero afirmó “no estamos satisfechos, y creemos que en esta oportunidad de integrarse como miembro asociado podemos mejorar las inversiones y el comercio entre nuestros países”.

Señaló que ante las dificultades, “nuestro deber como líderes de nuestros países es enfrentar y superar esas dificultades. Una de ellas, ha sido, sin duda, la diversidad que encontramos en las estrategias de desarrollo al interior de nuestra región, como resultado del déficit social de los procesos de democratización y apertura económica de los años 90”, planteó.

Al respecto, la Jefa de Estado sostuvo que como países tenemos trayectorias parecidas en algunas cosas y disímiles en otras, “tenemos instituciones diferentes; tenemos niveles de desarrollo económico de dificultades diferentes, y por tanto nos parece que la diversidad es una realidad y esto nos va a acompañar, por lo que tenemos que aprender cómo trabajamos con esa diversidad”.

Ámbitos de aplicación y colaboración

En la oportunidad, la Presidenta Bachelet reiteró que es necesario “respetar los caminos que nuestros pueblos han ido eligiendo democráticamente y fortalecer el diálogo, tratando de conversar estas cosas”. Agregó que “debemos procurar también poner el acento en aquello que nos une, identificando las áreas de convergencia y transformar esos espacios en iniciativas concretas con resultados medibles”.

Insistió en que “debemos continuar la convergencia entre la CAN y el MERCOSUR, y avanzar en una integración flexible y abierta al mundo. Pero sobre todo -a mí juicio- debemos avanzar en una integración que signifique fortalecer la democracia y la protección de los derechos de las personas”, dijo.

Del mismo modo, manifestó la satisfacción de su gobierno “porque al suscribir la Declaración de Tarija, hemos identificado 15 ámbitos generales de aplicación y 8 áreas concretas de colaboración”.

Precisó que lo anterior significa que los países miembros de la CAN podrán avanzar juntos en materias centrales como el desarrollo humano y social incluyente; la energía; innovación y conectividad; promoción de las micro, pequeñas y medianas empresas, “que permita no sólo que la economía se desarrolle, sino que permita disminuir fuertemente las concentraciones del poder económico y otorgar más empleos y más condiciones para muchos más en nuestros países”, sostuvo.

Sello social del gobierno

Más tarde, la Jefa de Estado explicó que el sello de su gobierno es “la virtuosa combinación de progreso y justicia social”, y agregó que cuando se discute habitualmente este tema se señala, sobre todo desde la oposición que “uno opta por el crecimiento económico o uno opta por la equidad, que uno tiene que hacer un intercambio y que no es posible ambas cosas. Y nosotros creemos que eso es posible y ésa es nuestra apuesta”, subrayó.

Al respecto, afirmó que hace una semana se dieron a conocer en Chile nuevos datos sociales que demuestran un avance histórico: la encuesta CASEN que se realizó en noviembre de 2006, mostró que se han completado 5 nuevos puntos de reducción de la pobreza, del 18,7% al 13,7%. Destacó, además, que los datos consignan que en los pueblos originarios el año 2003 había un 29% de pobreza y el año 2006 se ha reducido hasta un 19%.

Y puntualizó: “Eso no quiere decir que estemos satisfechos, lo que queremos decir, es que hemos comprobado en la práctica que la pobreza se reduce cuando el país crece, sin duda, pero cuando ese crecimiento va acompañado de políticas sociales que benefician a toda la población”.

Asimismo, indicó que “la estrategia de desarrollo de Chile, no es un modelo neoliberal. Chile hace mucho tiempo que tiene una estrategia en la cual se abre al mundo, hace el intercambio comercial, pero coloca de la mano políticas sociales fundamentales”, manifestó.

En ese contexto, sostuvo que nuestro país “hizo las reformas del Estado que tenía que hacer, pero nunca -desde que llegamos a la democracia- entendió que podía hacer crecimiento sin equidad, y yo quiero decirles que cifras concretas y claras lo están demostrando”. Reiteró que progreso y justicia social, son posibles y que terminan además por potenciarse.

Finalmente, la Jefa de Estado aseguró que “queremos trabajar con mucha energía, y poder estar junto a la Comunidad Andina para reducir la exclusión, la pobreza, las desigualdades que han marcado la historia de las sociedades andinas”.