Lima, 5 mayo 2003. Los ministros de Transporte de los países de la Comunidad Andina (CAN) aprobaron lineamientos de corto, mediano y largo plazo para impulsar el desarrollo y la integración del transporte terrestre en la subregión.

Durante la X reunión del Consejo de Ministros de Transportes y Obras Públicas de la Comunidad Andina, celebrada la semana pasada en Bogotá, los titulares de este sector dieron también orientaciones para avanzar en las otras modalidades de transporte.

Como punto de partida, los ministros acordaron efectuar un “sinceramiento de la situación actual y perspectivas del transporte terrestre”, para lo cual dispusieron la realización de un diagnóstico y la definición un programa de trabajo en los próximos seis meses.

El Secretario General de la CAN, Guillermo Fernández de Soto, quien tuvo a su cargo la inauguración de la reunión, manifestó que el “sinceramiento de la situación del sector, permitirá orientar en forma coherente y ordenada la aplicación gradual de la política común de transporte terrestre a mediano y largo plazo”.

Fernández de Soto realizó un balance de los treintitrés años de integración y destacó la nueva etapa que se ha iniciado con una segunda generación de políticas y el desafío que ofrece, en este marco, la integración física.

El tema de la seguridad en la prestación de servicios de transporte terrestre mereció también la atención de los ministros, quienes dispusieron “garantizar unos requisitos mínimos de seguridad vial y circulación de tránsito”, con el fin de prevenir y reducir la ocurrencia de accidentes por falla técnica y humana.

Para el mediano plazo, los ministros dispusieron armonizar las normas nacionales de los países andinos; desarrollar programas de capacitación y divulgación de las normas comunitarias; efectuar procesos de control y vigilancia concertada entre el sector público y privado en las fronteras y promover la coordinación y cooperación horizontal entre los organismos de transporte y los vinculados a esta actividad, entre otros.

En la reunión, se planteó la necesidad de definir una posición comunitaria con relación al cabotaje marítimo nacional, lo que implicaría la adopción de una norma comunitaria que promueva y fortalezca las marinas mercantes de la subregión.

Al analizar la actividad aérea internacional y andina, se sugirió también definir una posición comunitaria frente a la propuesta de la Unión Europea para desarrollar un proyecto regional sobre seguridad aérea.