Enfrentando la fiebre aftosa: FAO, Comunidad Andina y Servicios Veterinarios de la región suman esfuerzos para erradicar la fiebre aftosa*

La FAO ejecutará dos proyectos para facilitar la puesta en marcha del Programa Andino y el fortalecimiento del Plan Hemisférico de Erradicación de la Fiebre Aftosa. 

Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela podrán fortalecer sus programas nacionales de fiebre aftosa y avanzar coordinadamente hacia el control progresivo y la erradicación de la fiebre aftosa en la región andina, gracias a la cooperación técnica de la FAO, aseguró el Oficial Principal de Producción y Sanidad Animal de la Oficina Regional de la FAO, Tito Díaz, con respecto al lanzamiento oficial, en Lima, Perú, de dos proyectos para combatir la enfermedad, hoy 18 de febrero de 2010.

Los proyectos de cooperación técnica de la FAO buscan apoyar la lucha contra la fiebre aftosa en la sub-Región, y son financiados por el Fondo Fiduciario España-FAO para América Latina y el Caribe y la Cooperación Italiana. Los proyectos, que recibirán una inversión total de seis millones de dólares USD, contribuirán a mejorar la coordinación del programa andino de erradicación aprobado por la Comunidad Andina (CAN) y mejorar la capacidad diagnóstica, los sistemas de vigilancia epidemiológica, la comunicación de riesgos y disminuir el impacto de la enfermedad sobre el comercio de productos pecuarios de la región y los ingresos de los productores en los 5 países mencionados.  

Estos dos proyectos que abarcan una misma temática son complementarios entre sí y se diferencian de actividades anteriores en el área de fiebre aftosa a través de cuatro elementos. Primero, el enfoque sobre la reducción de la pobreza visto que casi 2 millones de pequeños ganaderos pueden verse beneficiados en la subregión; segundo, el enfoque específico subregional para la zona andina; tercero, el componente de monitoreo y evaluación del proyecto, petición expresa de los donantes, en particular España; y cuarto, el componente económico, visto que los proyectos buscan identificar opciones de financiación publico-privadas para hacer los sistemas de salud animal más sustentables. 

Los proyectos fortalecerán el Plan Hemisférico de Erradicación de la Fiebre Aftosa (PHEFA) y el Programa Andino, cuya puesta en marcha se veía dificultada por la falta de recursos disponibles. La FAO trabajará junto a otros actores claves como IICA, OIE, PANAFTOSA y USDA, y los Servicios Veterinarios de los países de la Comunidad Andina y Venezuela. 

El Secretario General de la Comunidad Andina, Freddy Ehlers, destacó la voluntad política existente en los países andinos para luchar contra esta enfermedad que amenaza las economías y el bienestar de los ganaderos y pobladores de la subregión y expresó su seguridad de que el apoyo de la FAO y la Cooperación Española e italiana contribuirán significativamente a lograr la meta de erradicar la fiebre aftosa de la subregión.

Así mismo, el Jefe Nacional de Sanidad Animal de Bolivia, Raúl Paniagua Barriga, consideró que el proyecto FAO es “importante porque nos ayuda a fortalecer de gran manera componentes esenciales de nuestro programa de erradicación de fiebre aftosa, lo que implica acortar los plazos para alcanzar nuestros objetivos, especialmente en zonas del altiplano y valles de Bolivia donde están la mayor parte de los pequeños productores”. 

“La coordinación y la complementación de los esfuerzos es fundamental para enfrentar desafíos comunes, como es el control y la erradicación de las enfermedades transfronterizas”, afirmó el Representante Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, José Graziano da Silva. 

Los proyectos tienen duración prevista de tres años. “En ese período deberíamos lograr avances significativos en el control progresivo de la enfermedad. Si damos seguimiento a las acciones, y se mantiene el compromiso de todos los países, podemos consolidar los avances logrados en Colombia y Perú y avanzar con paso firme hacia la erradicación de la fiebre aftosa en todos los países de la sub-region”, agregó el Oficial Principal de Producción y Sanidad Animal, Tito Díaz.

Un desafío regional

Victor Saraiva, epidemiólogo de PANAFTOSA, indicó que en el hemisferio el “85% de los bovinos de la región están en zonas libres con o sin vacunación y esto estimula la lucha”. Actualmente, el combate a la enfermedad está más avanzado en Perú y Colombia, que ya tienen una alta proporción de su territorio libre de aftosa con y sin vacunación. Ecuador y Venezuela presentaron el 128 y 13 focos de la enfermedad respectivamente en el 2009. 

La fiebre aftosa es la enfermedad de los animales que más afecta la economía de la Región por sus impactos sobre el comercio y los ingresos de los pequeños productores. Los brotes en Brasil y Argentina, durante los años 2005 y 2006 causaron pérdidas superiores a los 10 000 millones de USD. 

“Controlar y erradicar la fiebre aftosa es esencial para permitir el crecimiento sustentable del sector, que aporta el 45 % del Producto Interno Bruto (PIB) agropecuario de América Latina”, afirmó la coordinadora regional del proyecto “Fortalecimiento de políticas y estrategias para la prevención, control y erradicación de la Fiebre Aftosa en Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia y Venezuela”, Ana Riviere.

El continente americano es el principal productor de carne bovina con una producción total de 29,8 millones de toneladas anuales, lo que representa aproximadamente el 50 % del total de las exportaciones mundiales. Anualmente se invierten en el control de la fiebre aftosa más de 380 millones de dólares USD.

Situación de la fiebre aftosa en la Región

Los países libres de fiebre aftosa sin vacunación en América del Sur son: Chile, Guyana, Guyana Francesa y Surinam. Uruguay está libre con vacunación. Brasil, Argentina y Paraguay tienen una buena parte de su territorio libre de aftosa con vacunación. La enfermedad no está presente en los países de América Central y del Caribe.

Fuente: Nota de Prensa de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Santiago de Chile, 18 de febrero de 2010