Ecuador afirma que dolarización no es obstáculo para conformación de Mercado Común Andino

Lima, 25 Ago. El Presidente del Banco Central de Ecuador, José Luis Ycaza, sostuvo hoy que la dolarización de la economía de su país “no es un obstáculo para la conformación del Mercado Común Andino”, previsto para el 2005.

“Al contrario, es un apoyo, pues induce a la armonización de las políticas económicas con mayor facilidad y sienta sanas bases para el manejo monetario y la integración total”, recalcó, al intervenir en el seminario “La dolarización en Ecuador y sus efectos en el comercio subregional andino”, efectuado en la sede de la CAN, en Lima.

Ycaza participó como ponente en el citado seminario, junto con Liliana Rojas–Suárez, Managing Director del Deutsche Bank, y Fernando Aramburú Porras, presidente del Grupo Financiero Capital de Panamá, quienes tuvieron a su cargo la presentación de “Los procesos de dolarización en América Latina” y “El sistema monetario panameño y sus efectos”, respectivamente.

Tras recalcar que el gobierno de su país asigna una clara prioridad a la variable integración, Ycaza señaló que el nuevo modelo monetario del Ecuador, al estimular el logro de equilibrios fundamentales, apoya los procesos de integración subregional y el establecimiento del mercado común andino y la zona monetaria.

“La dolarización en el Ecuador puede facilitar la coordinación de metas comunes y políticas macroeconómicas, a lo que aspira prioritariamente el proceso de integración”, señaló.

Es más, agregó, “permite presentar una primera alternativa para la adopción de una moneda común en la subregión”, para lo cual se precisa un proceso de aproximación macroeconómico previo si se aspira a consolidar el objetivo zona monetaria – mercado común.

Liliana Rojas-Suárez opinó, en cambio, que, “aunque en el largo plazo la dolarización o una moneda común puede ser un objetivo deseable para la región”, pero las “restricciones que ahora enfrentan muchos de los países hacen que sea una política sub-óptima en el corto plazo”.

Si bien reconoció que Ecuador no cumple con los requisitos para dolarizar, estimó que sí tiene aquellos necesarios para un programa de estabilización basado en tipo de cambio fijo.

“En ese contexto, si dolarizar sirve para empujar las reformas que necesita el país, las ventajas de corto plazo pueden ser importantes”, concluyó.

Fernando Aramburú explicó, por su parte, la experiencia panameña, de casi cien años, en materia de dolarización, poniendo énfasis en cómo la economía de este país manejó el tema, la forma cómo se benefició y perjudicó con el sistema.

Aclaró que el modelo panameño no es perfecto pero sí una experiencia importante para tomar en cuenta. “No es la panacea, pero sí crea estabilidad, permite una mayor planificación a largo plazo y una mejor inserción en el mercado internacional”, manifestó y agregó que por todo eso “los panameños no cambiarían su dólar por nada en el mundo”.

Por su parte, Roberto Guarnieri, presidente del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), quien intervino como panelista, sostuvo que la dolarización en el Ecuador tiene implicaciones para la conducción de su política económica, puesto que elimina el tipo de cambio como un instrumento de ajuste y reduce o anula la capacidad de prestamista de última instancia por parte del Banco Central en caso que lo requiriera la situación monetaria interna, especialmente ante las perturbaciones de la balanza de pagos.

Explicó que el FLAR tiene como función esencial cooperar con los países en su proceso de estabilización y apoyarlos cuando se produzcan perturbaciones externas o déficit de balanza de pagos y por eso “no considera de ninguna manera inconsistente con el ejercicio pleno de su objetivo constitutivo el hecho de que un miembro haya dolarizado su economía”, recalcó.

Guarnieri se mostró partidario de ajustar la institucionalidad supranacional andina y latinoamericana en el campo monetario, para que pueda ayudar de manera adecuada a afrontar las implicaciones de la globalización, de la volatilidad de los capitales y de la inestabilidad en los países miembros.

El director general de la CAN, Jorge Vega, se refirió, a su vez, al comportamiento de algunos indicadores macroeconómicos en la subregión andina, al crecimiento del comercio intrandino y al proceso de armonización de políticas macroeconómicas en el cual vienen trabajando los países miembros.

“El 9 de setiembre próximo, el sucre dejará de tener curso legal para dar paso al nuevo signo monetario. Este es un hecho sin precedentes en la CAN y como tal merece un amplio análisis, precisamente en momentos en que el proceso de integración andina se profundiza y avanza hacia la formación de un mercado común”, señaló.