Comunicado de Prensa

Dando alcance a las afirmaciones del editorial “La Quimera de Mercosur”, publicado en el diario El Colombiano, del pasado 29 de julio, el Secretario General de la Comunidad Andina, Guillermo Fernández de Soto, hizo las siguientes declaraciones, con el objetivo de brindar una información precisa y rigurosa sobre el proceso de integración andino y su balance para Colombia.

1. En la actualidad la Comunidad Andina está negociando un acuerdo de libre comercio con el Mercosur, que de ninguna manera significa una adhesión de la primera al segundo.

2. El crecimiento de las exportaciones de los países andinos a todo el mundo fue de 10 veces, durante la vigencia del Acuerdo de Cartagena. Las exportaciones dentro de la CAN crecieron en cambio 55 veces. En el caso específico de Colombia, sus exportaciones globales crecieron 19 veces y sus exportaciones a la Comunidad Andina crecieron 60 veces.

3. En los 34 años del Acuerdo de Cartagena, los países andinos se han vendido entre sí la suma de 66,518 millones de dólares. Colombia vendió el 40% de ese total, e históricamente ha tenido superávit.

4. Estados Unidos es obviamente el principal socio comercial de los países andinos: 41,45% de todas las exportaciones van a los Estados Unidos. La Comunidad Andina es complementaria a eso. No su alternativa.

En ese sentido, los países andinos le venden a los Estados Unidos, 7,522 millones de dólares y se venden entre sí, 5,170 millones de dólares. Pero del total del comercio intracomunitario, el 89,77% son manufacturas, que generan unos 600 mil puestos de trabajo.

5. Colombia, en particular, le vende a los Estados Unidos 1,647 millones en manufacturas, en gran medida por la existencia del APTDEA, un instrumento “andino”. Entre tanto, Colombia le vende en manufacturas a sus socios andinos un total de 2,224 millones de dólares, es decir un 35% más que a los Estados Unidos.

6. Antioquia, junto con Bogotá y Cundinamarca, son las regiones colombianas que más exportan hacia la Comunidad Andina. Entre el año 1990 y el 2001, las exportaciones de los empresarios antioqueños con destino a la subregión se multiplicaron 13 veces. Y más del 95% de esas exportaciones han sido productos industriales. Es decir, más empleo de calidad para la región.

7. La integración regional se concibe como un proceso que va más allá del intercambio de bienes. En efecto, a partir de marzo de este año, debido a una norma de la Comunidad Andina, que desbloqueó la interconexión eléctrica entre los países andinos, Colombia está obteniendo nuevos ingresos anuales que ascienden a 240 millones de dólares, que no estaban previstos por la caja fiscal, debido a sus ventas de electricidad al Ecuador.

8. Los productos del Brasil indudablemente serán naturalmente una competencia para la producción industrial de la Comunidad Andina. Pero en la economía global en la que estamos, y a la que nuestra subregión quiere integrarse plenamente, todos competimos. Si esos productos no compiten en el mercado de Colombia o en el del Brasil, lo harán en el mercado de los Estados Unidos o en cualquier otro, incluido el futuro ALCA.

9. El comercio de la Comunidad Andina con el Mercosur, en general, y con el Brasil específicamente, es muy bajo. Los países de la subregión le venden al Mercosur sólo 2,81% de sus exportaciones – de los cuales el 87,54% va con destino al Brasil. En el caso de Colombia es todavía más bajo: le vende al Mercosur sólo un 1,07% de sus exportaciones.

Pero donde algunos ven en esto un problema, nosotros vemos una gigantesca oportunidad. Brasil es el quinto país de la tierra, en extensión y en población. La novena economía del mundo. Podemos multiplicar exponencialmente el comercio con esa región.

10. Venderle a todos y negociar simultáneamente en todas las plataformas de inserción internacional: esa es la nueva estrategia que los Presidentes andinos decidieron en su reciente reunión precisamente celebrada en Quirama – Antioquia.

11. No se trata sólo de los mercados actuales de bienes. Se trata de los grandes desafíos del futuro, casi ninguno de los cuales puede enfrentarse aisladamente. Ni el problema de la droga, ni el del terrorismo, ni el del medio ambiente, para sólo poner tres ejemplos.

De esta manera, el Secretario General respondió a las versiones simplistas recogidas en el mencionado editorial.

Lima, agosto 2 de 2003